Barcos de vapor con ruedas
Grabación
Alrededor de 1849, una pequeña comunidad agrícola en el valle del río Meramec, donde se unen tres condados, recibió con entusiasmo la noticia de que dos barcos de vapor, el Petrel y el Dove, navegaban río arriba hacia la fundición de hierro de Moselle.
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La noticia se extendió de casa en casa y una gran multitud se congregó cerca de la granja del Dr. Jeffries para observar el paso de los vapores.
Mientras avanzaban, la comunidad vio cómo el Petrel y el Dove remontaban el río, cargaban hierro y se preparaban para su regreso. El Petrel logró descender el río primero.
Sin embargo, el Dove, retrasado y enfrentando un río crecido, descargó el hierro para poder continuar, pero terminó encallando, esperando casi un año por suficiente lluvia que le permitiera seguir río abajo, antes de ser destruido. Este suceso permaneció como el más significativo para la comunidad hasta la llegada del ferrocarril.